EVOLUCIÓN DEL GASTO PÚBLICO EN EDUCACIÓN EN ESPAÑA (1850-2000)
A pesar de que tiene importantes implicaciones redistributivas y de que es crucial
para garantizar la igualdad de oportunidades entre los ciudadanos, muchos Gobiernos han realizado, y realizan a día de hoy grandes inversiones en educación por motivos que nada tienen que ver con estos.
En ocasiones, los Gobiernos han favorecido el gasto en educación para estimular el crecimiento económico. En consecuencia, el gasto en educación ha seguido en ocasiones una evolución muy diferente a la del gasto en protección social.
En los gráficos 5.1 y 5.2 se puede apreciar que el gasto público en educación muestra una tendencia al crecimiento en el largo plazo. Como consecuencia, este pasó de representar un 0,23 % del PIB en 1854 a un 4,41 % en el año 2000. De forma similar, el gasto público en educación por habitante (expresado en pesetas de 1990) era en el año 2000 más de 266 veces superior al de 1854, habiendo pasado de 275,22 pesetas en 1854 a 73.327,54 en el año 2000.
También se observan períodos claramente diferenciados, como el que tuvo lugar entre 1850 y el estallido de la Guerra Civil, donde el gasto en educación experimentó un crecimiento moderado pero continuado, tanto en términos per cápita como en porcentaje del PIB.
Durante esos años se produjo también una importante transformación en la forma de financiación del gasto. Al inicio del período la mayor parte del gasto en educación estaba financiada por las Administraciones Territoriales. Entre 1854 y 1866, por ejemplo, el gasto del Estado representaba únicamente un 24,30 % del gasto público total en educación, y entre 1879 y 1885, un 18,91 %.
La Ley Moyano, declaró obligatoria y gratuita la educación primaria elemental y estableció que su financiación debía correr a cargo de los municipios. La educación secundaria, por su parte, estuvo desde 1836 financiada conjuntamente por las diputaciones provinciales y el Gobierno central. Sin embargo, esta situación cambió con las medidas aprobadas en 1887 y en 1902.
Como consecuencia, el gasto del Estado en educación experimentó un salto significativo de
1886 a 1887, y nuevamente de 1901 a 1902.
Durante las primeras décadas del franquismo la educación pública continuó siendo financiada mayoritariamente por el Estado. Sin embargo, durante esos años se rompió la tendencia al crecimiento que había caracterizado todo el período anterior a la Guerra Civil. En 1933 el gasto público en educación fue de un 1,01 % del PIB, y dicho nivel no se alcanzó de nuevo hasta 1964. Asimismo, los niveles de gasto público en educación por habitante de 1933 no se recuperaron hasta 1958.
Por último, para tener una visión más amplia del comportamiento del gasto público en educación en España es interesante comparar su evolución con otros países europeos.
Como se puede apreciar, entre 1950 y 1975 el gasto en educación en la media de países europeos experimentó un rápido crecimiento. En cambio, en España se mantuvo estancado entre 1950 y 1962-1964, dando lugar a un período de divergencia. Sin embargo, entre 1962-1964 y 1971 el gasto en educación experimentó un rápido crecimiento, que permitió a España recortar distancias con Europa.
Durante los últimos años de la dictadura se produjo un nuevo estancamiento y, tras un breve impulso durante los años de la transición, el gasto volvió a estancarse entre 1978 y 1983. En consecuencia, el proceso de convergencia se vio interrumpido durante esos años, de forma que entre 1971 y 1983 el gasto en educación en España se mantuvo estancado, con oscilaciones en niveles que rondaban el 50 % del gasto en educación de la media de los países europeos.
A partir de aproximadamente 1985 el gasto en España volvió a crecer rápidamente, lo que nuevamente le permitió recuperar distancias con los países europeos. En parte ello fue posible gracias a que desde 1975 los países europeos habían visto cómo el gasto en educación se mantenía estable en niveles ligeramente superiores al 5 % del PIB. Aun así, en 1993, momento en que el gasto en educación alcanzó su cifra más alta en España, este se encontraba todavía por debajo de la media europea.
A partir de ese año el gasto experimentó un ligero descenso y desde entonces se ha mantenido en niveles que oscilan entre aproximadamente el 85 % y el 90 % de los niveles europeos.
FUENTE INFO: https://www.bde.es/bde/es/secciones/informes/analisis-economico-e-investigacion/historia-economica/
Comentarios
Publicar un comentario